El presidente Andrés Manuel López Obrador, a menos de 100 días de concluir su mandato, ha reconocido los riesgos de que Morena se enfrente a una lucha interna por el poder.
En una entrevista con los moneros Fisgón, Rapé y Hernández, el mandatario advirtió que el Movimiento Regeneración Nacional ha crecido tanto que sus integrantes podrían volverse «pragmáticos». Para evitar que esto suceda, pidió a quienes permanezcan en el partido que mantengan los principios y valores del movimiento.
«Es fundamental seguir imprimiendo principios al movimiento, eso es lo que lo protege. Morena es muy grande y debe mantener el equilibrio entre principios y eficacia. No debe convertirse en una lucha de poder por el poder, porque de lo contrario, se acabará», declaró.
López Obrador reconoció que lograr esto no será fácil debido a las tentaciones del poder. «El poder obnubila, atonta a los inteligentes y a los tontos los vuelve locos. Hay ejemplos de personas que han sido consecuentes durante mucho tiempo y de repente cambian por el poder, por el dinero», insistió.
El presidente expresó su satisfacción por la sucesión de Claudia Sheinbaum, destacando la importancia de la autoridad moral en el liderazgo del país. «Si se tiene autoridad moral, se tiene autoridad política. Un presidente que quiere transformar México debe tener autoridad moral. Estoy muy contento con Claudia, porque es inteligente, tiene convicciones y es honesta, y eso va a ayudar mucho», afirmó.
Sobre su relación con los medios de comunicación, López Obrador dijo que tuvo que enfrentarlos para lograr una transformación profunda en México. «Si quieres transformar, tienes que enfrentarlos, especialmente en un país como México, donde la mayoría de los medios están subordinados a fuertes intereses económicos. Los medios se usan como fachada para obtener negocios, contratos, adquisiciones, y para presionar, chantajear y someter», explicó.
El presidente tabasqueño comentó que a lo largo de su sexenio fue víctima de diversas campañas de difamación por parte de los medios tradicionales, y afirmó que siempre estuvo dispuesto a pagar una «cuota de humillación» por el bien superior. «Tienes una causa superior y debes acostumbrarte a pagar una cuota de humillación. Hay cosas que duelen mucho, pero si todo lo internalizas y te angustia, no duras, no aguantas. Creo que la mañanera ayudó mucho; es un espacio para la réplica», expuso.
Finalmente, López Obrador se despidió con la satisfacción de haber cumplido con su deber, destacando principalmente la reducción de la pobreza en México. «Me voy con la gran satisfacción de haber reducido la pobreza. Estoy muy contento y agradecido con la gente, con el pueblo. Los quiero más de lo que ellos me quieren a mí», concluyó.
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