A casi tres años de la masacre de San Mateo del Mar, sobrevivientes y familiares de las víctimas, protestaron en el zócalo de la ciudad de Oaxaca de Juárez, para denunciar que lo sucedido en Huazantlán del Río el 21 de junio de 2020 que enlutó a 15 familias, es un crimen de lesa humanidad que no puede quedar impune.
Por lo que dijeron que se mantendrán movilizados para presionar a las autoridades para que se haga justicia y se respeten los derechos humanos de todos y todas.
Señalaron que Camerino Dávalos, uno de los principales operadores e instigadores de los hechos, sigue en libertad y los responsables de la masacre no han sido llevados ante la justicia.
Precisaron que la masacre de San Mateo del Mar no fue un hecho aislado, sino que se enmarca en un contexto de violencia y opresión hacia los pueblos originarios en México, ya que desafortunadamente los caciques y paramilitares que controlan San Mateo del Mar han sido históricamente protegidos y respaldados por el PRI, y pretenden perpetuar sus privilegios en estos tiempos de cambio.
«La búsqueda de justicia no será fácil, pero es necesaria. Se deben ejecutar las 158 órdenes de aprehensión pendientes para que los asesinos y paramilitares que controlan San Mateo del Mar sean llevados ante la justicia. Para evitar la impunidad, es necesario mantener la movilización y presión social», expresaron.
Finalmente reiteraron que las víctimas y sobrevivientes de la masacre de San Mateo del Mar tienen un deber moral de continuar con la búsqueda de justicia, aunque el sistema judicial los revictimice, liberando a los responsables.